Habitamos el infierno en la tierra. Triunfan el odio, el desprecio y el miedo al diferente, al otro, al que viene de lejos, al que no es como nosotros. Cerramos la puerta a quien pide refugio. Expulsamos a quien ocupa el lugar al que aspiramos. Negamos la mano al hermano. Levantamos fronteras, barreras, muros... y perseguimos y abatimos a quien intenta franquearlos. Los deseos nos ciegan y ansiamos satisfacerlos sin llegar a conseguirlo plenamente...
El infierno se nos muestra en cuanto abrimos los ojos al mundo. En los círculos infernales originales no aparecían aviones manejados por terroristas, ni periodistas asesinados por investigar la verdad, ni políticos ocultando pruebas de errores que acabaron con vidas inocentes... Nada de esto sale en la Divina Comedia, pero podría salir